Sep 26

(VIDEO) CHILE CON AVIANCA: INTRODUCCIÓN AL VINO EN EL VALLE DE COLCHAGUA

3 travel bloggers santiago chile

Durante mis 20s, tuve una relación bastante estrecha con Chile. Sin embargo, y esto podrá sonar raro, mi gusto por el vino lo empecé a adquirir cuando ya no estaba allí, sino durante años posteriores, en Argentina.

Hace un mes volví a Chile junto a mis amigos Laura Lazzarino y Juan Pablo Villarino para grabar un nuevo capítulo de 3 Travel Bloggers con Avianca. Mi regreso a esta tierra maravillosa significó, más que un reencuentro, todo un descubrimiento de su cultura vitivinícola.

A dos horas de Santiago de Chile se encuentra un lugar único en el país: el Valle de Colchagua. Allí, rodeados de cumbres nevadas, crecen viñedos pintados de ocre destinados al arte de producir uno de los mejores vinos del mundo. En el video podrán ver su elaboración en detalle.

El vino chileno ha sufrido cambios muy importantes en las últimas dos décadas. Quizá el hecho más determinante ha sido  el rescate de la cepa  Carmenere, que se había dado por extinta luego de una plaga en Francia cerca de 1860. Más de un siglo después, en 1994, descubrieron que había estado escondida en viñas chilenas, junto al Merlot. Ahora, Chile es productor exclusivo de este tipo de vino.

 

 

Valle de Colchagua Vinos Chile
El valle de Colchagua, Chile

 

Variedades para todos los gustos

Gracias diversidad climática, los avances en la investigación  y los procesos incorporados a la industria, el país cuenta con una gran variedad de vinos de alta calidad. Lo mejor de todo es que se pueden adquirir por un precio moderado, en comparación con producciones de otros países.  

Durante mi visita a las diferentes viñas de Colchagua, me encontré con expertos en las variedades de vino que se producen en esta zona: el Carmenere, el Cabernet Sauvignon, el Syrah, el Pinot Noir, y blancos como el Chardonnay y el Sauvignon Blanc.

Vina Casa L'apostolle Chile
Con Angelica Carrasco, Brand Manager de Casa L’apostolle

Angélica Carrasco, Brand Manager de la viña L’apostolle, por ejemplo recomienda a aquellos que quieran empezar en el mundo del vino a incursionar primero por las líneas bases de cada viña para entender los mono varietales y luego, de a pocos,  subir en complejidad para familiarizarse con los sabores de la uva, ella sugiere el Syrah de su bodega como una botella perfecta para esto.

Otra de las cosas que es importante saber es que el vino chileno no es un vino para guardar o de coleccionismo. Es más, a pesar de lo que se nos dice en películas o literatura de ficción,  que un vino sea muy añejo no significa necesariamente que sea mejor y de hecho  la mayoría de las veces lo más probable es que  ocurra lo contrario.

Le cuento al enólogo Hernando Calquen que mi padre compró  varias botellas de vino precisamente

Vino Chileno Barricas
La producción descansando en sus barricas.

chileno el día en que nací y que cuando las abrió para mi graduación lo que obtuvo fue un vinagre de muy buena calidad, él  me confirma que sí, que los vinos chilenos de alta gama con mucha suerte y en las condiciones óptimas pueden durar unos 15 años como máximo ya que no están hechos para coleccionar sino pensados en un mercado que los consumirá en un tiempo relativamente corto dependiendo de la cepa . Un Syrah o un Cabernet por ejemplo durarán por sus características más que un Carmenere.

El arte de catar vino

En la viña Montes Alpha aprendí a catar con propiedad.  El primer paso consiste en comprobar “la lágrima”, haciendo cortos giros circulares con la copa.  Este proceso no determina la calidad del vino que estamos tomando, pero sí  la cantidad de alcohol que contiene: mientras más despacio resbale, mayor es la cantidad de alcohol. Luego, se procede a detectar con la nariz el aroma en movimiento, mientras se pasea por la boca.

 

Vinos de Chile
La bodega privada de los propietarios de L’apostolle

 

A pesar de que el proceso puede parecer complicado o reservado para expertos de la cata, los aromas y los sabores son más bien apreciaciones personales que dependen de recuerdos y evocaciones pasadas. Muchas personas, por ejemplo, detectan en el Sauvignon Blanc sabor a lichi (la fruta china); pero si el catador nunca ha probado dicha fruta, podría asociar el vino con otros sabores que sí haya experimentado, como manzana verdes o espárragos.

Al final, si bien la experiencia del vino puede parecer sumamente especializada y compleja de dominar, solo basta con animarse a empezar a abrirse campo en este fascinante mundo. Y, créanme, el vino chileno es la alternativa ideal para hacerlo.

JL

 

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