Debo confesar que cuando salió la oportunidad de viajar a Bogotá con Avianca (ver video completo aqui) no me sentí tan feliz como uno pensaría (Por fa no se pongan bravos conmigo… esto mejora ;)). Sobre mí estaba cayendo la mega responsabilidad de ser la anfitriona de un capítulo de 3 Travel Blogger en mi propia ciudad! ¿Qué sería ese algo nuevo o diferente que yo podría mostrar de mi ciudad donde para mí no hay nada nuevo? pensaba yo, ¡Oh por Dios que dilema!
La verdad es que muy rápido pasé a sentirme super orgullosa de la oportunidad que me llegaba y me puse la camiseta tomando esto más como un reto personal. El reto era que yo misma tenía que cambiar mi actitud hacia mi ciudad y re-inventarme a través de ella. Verla con otros ojos, y re-descubrirla.
Fue ahí cuando me acordé, que hace muchos años, a mí me habían mencionado que en plena ciudad aún había asentamientos indígenas por la zona de Suba, pero como es claro nunca fui más allá de decir ¡Oh que interesante! (con cara de intelectual) y dejarlo pasar.
Esta es la oportunidad perfecta para cumplir con mi reto: Ahí está la Bogotá que nadie conoce, una Bogotá de raíces Muiscas que ahora se me aparecía de frente. El reto era chévere, porque no se si le pasa a todos los Bogotanos, pero ciertamente yo no tengo presente para nada mis raíces indígenas. Siempre pensamos en que, para tener una experiencia con la pachamama, hay que ir a La Guainía o al Vaupés y si se puede ir hasta Perú. Pero la verdad es otra: tenemos un tesoro místico, lleno de energía purificadora e historia – y todo esto en pleno Bogotá!
Gracias a mi gran amigo Mao, me contacté con Hector Buitrago de Aterciopelados, que además de ser muy famoso es el mas querido de todos e inmediatamente me contactó con la gente del Cabildo Muisca de Suba.
Cuando llegamos al Humedal de la Conejera, jamás me imaginé que al pasar por la reja que circunda al humedal con una abuela Muisca, estaba entrando a otro mundo, un mundo místico de árboles gigantes y de agua limpia en pleno Bogotá! Sé que lo he repetido ya varias veces pero para mi era una locura conocer este lugar porque en Bogotá aún se tiene la creencia de que los humedales son botaderos de basura y que son más un problema que todo un ecosistema del cual dependemos para vivir.

La abuela Icha Kaká Blanca, más conocida en la zona como Blanca Nieves, lideraba el grupo mientras nos contaba que estábamos caminando por un lugar sagrado, el útero de la tierra donde las Muiscas iban a parir sus hijos y de lo feliz que la hacía que estuviéramos ahí. Pero mientras más la oía hablar, más me erizaba y me estremecía al oír también de toda su lucha para tratar de mantener con vida a este lugar sagrado. Y ahí voy a dejar la parte triste de esta historia para que sea ella misma quien se la cuente cuando vayan a hacer este recorrido con ella.
La parte linda de esta historia, es que de esta visita aprendí que los Muiscas, aunque quedan pocos, trabajan todos los días por revivir sus tradiciones y son felices de compartir su sabiduría con nosotros; que los bogotanos no tenemos que salir de la ciudad para reencontrarnos con nuestras raíces y que los visitantes tienen una oportunidad única de conectarse con la tierra a través del agua visitando este lugar; que el humedal de La Conejera NO es un botadero de basura sino un lugar hermoso, lleno de árboles y aguas que no apestan gracias a que han sido tratadas por la misma naturaleza con la ayuda de la comunidad Muisca y que son puras, tan puras que ya han logrado que especies endémicas regresen, vivan y se reproduzcan ahí – y que espera que los Bogotanos no le demos la espalda sino que lo miremos de frente, lo valoremos.
Aprendí que Bogotá es agua y que es nuestra responsabilidad llevar a nuestros hijos a conocer estos lugares para que aprendan a quererlos, respetarlos y conservarlos para sus hijos.
Entendí también que una de mis misiones en la vida era contarles a todos ustedes, nuestros lectores adorados y a todos sus amigos y a mi familia y amigos, de este lugar hermoso y de la abuela Blanca y de la vida Muisca. Es por esto que les pido que ¡no sean como yo!, que no se quede este post en un ¡Oh que interesante! (con cara de intelectual) que no esperen, que llamen ya al Cabildo y que programen su visita al humedal de La Conejera, les prometo de corazón que no solo les va a encantar sino que también van a querer compartirlo con más personas.
Para mas info sobre las visitas al humedal pueden comunicarse con el Cabildo Muisca de Suba y también directamente con Ivan el Vice Gobernador al 3132487912.
Recuerden que pueden ver el video completo aquí:
Chau chau
Marcela
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