¿Que hacer un día en Montevideo? 5 imperdibles en la capital del Uruguay

 

Hay un mal del que parecen sufrir, salvo honrosas excepciones, casi todas las capitales de Latinoamérica: la percepción de que no hay mucho que hacer en ellas o que solo sirven de paso hacia otros destinos en teoría más interesantes. Lo he escuchado muchas veces en referencia a Santiago, Lima, Quito o La Paz.

Y también de Montevideo, agravado por el hecho de que en nuestra región muchas veces se toma a la capital de Uruguay como un “day trip” desde Buenos Aires, un apéndice de  un viaje. Craso error y más aun considerando que Montevideo, gracias a su tamaño, nos permite recorrerla fácilmente para deleitarnos con su placidez, porque – eso si – esta es una capital mucho más tranquila, pequeña y relajada  para recorrerla incluso a pie, con calma y parsimonia.

Tanto así que en un día cualquiera se podrían visitar 5 de sus hitos más interesantes sin sentir que uno está corriendo contra el tiempo para dedicarse a seguir explorándola a profundidad después.

Eso fue lo que hice en el día de descanso posterior a la filmación del episodio de Montevideo de 3 Travel Bloggers que pueden ver aquí (y a continuación van mis 5 lugres que visitar en un día en Montevideo)

 

 

Palacio Salvo

Icono indiscutible de la ciudad y del que ya hablamos en otro post sobre sus laberintos y fantasmas, el Palacio Salvo contempla desde su privilegiada ubicación en el centro de la ciudad y exhibiendo su arquitectura art deco ecléctica, la esencia de una ciudad que tuvo su apogeo a principios de siglo XX, pero que es una de las más progresistas de América.

Imperdibles sus tours guiados de día y de noche.

 

 

Mercado del Puerto

Como lo dice su nombre, fue un mercado destinado a surtir a los barcos de frutas, verduras, carne vacuna, aves y pescados.

Atendiendo desde 1868, hoy además de ofrecer lo mejor de la gastronomía local, el mercado permite descubrir una arquitectura típica de otras épocas. Su estructura fue construida en el puerto inglés de Liverpool y se tejen varias leyendas con respecto a su establecimiento final en Montevideo: se cuenta indistintamente que era una especie de construcción al estilo mecano diseñada por Eiffel destinada a ser montada Chile o a Perú (también escuchamos que a Ecuador), pero que finalmente quedó varado en Uruguay por cuestiones de burocracia portuaria, y ahí se quedó.

Aquí el asado es el plato que manda y casi todos los restaurantes son parrilladas, aunque existen varias otras posibilidades.

En cuanto a las bebidas, el Medio y Medio, el trago típico inventado en el local Roldós por un tal Manolo. Es  una mezcla de vino blanco seco con un espumante blanco, que se vende envasado y para días de calor es lo recomendadísimo.

Imperdibles: Las empanadas Carolina que se pueden encontrar en una puerta lateral, las mejores que probamos en nuestro viaje y a un precio buenísimo.

 

Paseo Sarandí

La  Puerta de la Ciudadela Antigua en uno de los lados de la Plaza de la Independencia da comienzo a uno de los recorridos tradicionales de la ciudad: la Peatonal Sarandí, un boulevard que llega hasta otra plaza emblemática, la Plaza Matriz, que fue Plaza Mayor durante la época colonial.

Inspirada en la arquitectura francesa del s.XVIII, se construyó para convertirse en el centro comercial y financiero del sector más acomodado de la sociedad montevideana.

En 1992 empieza su puesta en valor peatonalizándola para poder apreciar de mejor forma sus casonas y antiguos edificios donde permanecen algunos de los negocios originales y se han instalado otros como cafés, pubs y restaurantes, dinamizando la zona.

Imperdible: En sus calles los sábados se realiza una feria artesanal entre la Plaza Matriz y Juan Gómez y en la plaza misma una muy interesante feria de antigüedades.

 

 

La Feria del Domingo (Tristán Narvaja)

Si estas un domingo en Montevideo, tienes mucha suerte porque vas a poder experimentar la feria más popular (y grande) de la ciudad en la calle Tristán Narvaja.

Mezcla de mercadillo de las pulgas y feria popular, te puedes encontrar con montevideanos de toda extracción social y conseguir más o menos lo que te imagines: antigüedades, condimentos, libros, CDs, adornos, muebles, mascotas y un largo etcétera.

Con más de un siglo de existencia, comenzó como mercado de alimentos en 1909 para rápidamente convertirse en una versión insipiente de lo que es hoy. Se extiende desde la avenida 18 de Julio en la Universidad de la República a lo largo de siete cuadras que por su oferta parecen muchísimas más.

Imperdible: Los juegos callejeros en los que se apuesta dinero, ver la dinámica de estos comerciantes del azar y algunos de sus “espontáneos” jugadores que inspiran a otros transeúntes más despistados a participar, es impagable.

 

 

La Rambla

La franja costera de la ciudad es de mas 30 kilómetros de largo y, de esos, una gran parte corresponde a una avenida costanera que va del barrio de Capurro hasta el de Carrasco. Esta es la famosísima Rambla de Montevideo, un paseo tradicional para los locales e imperdible para los turistas.

Aunque está ahí “desde siempre” La Rambla fue en realidad construida en diferentes etapas históricas algunas de las cuales sacrificaron playas que se rellenaron de cemento en favor de extender este paseo urbano que es una linea directa con el Río de La Plata.

El placer principal de caminar por La Rambla reside en ver cómo va cambiando el paisaje de la ciudad de un barrio a otro incluyendo plazas, edificios modernos, casonas antiguas, pistas de patinaje y muchos, muchísimos monumentos de toda índole.

Imperdible: Tomarse un mate amargo al atardecer con algún local que nos trate de explicar esa adicción nacional.

 

JL