Hace poco más de un mes regresamos de un viaje bastante especial. Por primera vez dos familias viajeras estuvimos en un mismo destino para filmar un nuevo episodio de 3 Travel Bloggers. Marce, mi hija Maria del Mar, y yo nos encontramos con nuestro amigo Arturo Bullard -fotógrafo y blogger peruano-, su esposa Michelle y su pequeño hijo Joaquín en Cancún, México.
Nunca antes nos habíamos animado a realizar un viaje a este tipo de lugares por ser quizá demasiado “convencionales”. Sin embargo, es gracias a ellos que este año logré derribar por completo algunos paradigmas y prejuicios viajeros y descubrir que todos los destinos, absolutamente todos, guardan una sorpresa.
Los invito a ver el resultado de nuestra aventura -doble- en familia en este capítulo de 3 Travel Bloggers, que fue posible gracias a la invitación de la cadena de hoteles IHG a descubrir durante 5 días la belleza de Cancún y Cozumel.
Como familia, nuestros prejuicios sobre Cancún estaban divididos. Por un lado pensamos que era un destino demasiado “resort”, donde no había nada más para hacer en el día que comer en los buffets de un hotel o tomar el sol en sus playas y piscinas sin tener contacto con todo eso que nos gusta: conocer la gente y la gastronomía local, experimentar sus bellezas naturales y recorrer su historia.
Por otro lado creímos que no había actividades para hacer con nuestros hijos (Maria del Mar acaba de cumplir cuatro años y Joaquín, el bebé de Michelle y Arturo, no ha cumplido el primero). En 2014 había estado Cancún con mi amigo blogger Daniel Tirado y nos divertimos de manera increíble en sus parques acuáticos y de deportes extremos, por lo que tenía en mente que este no era un destino apropiado para niños.
Debo admitir que a medida que planeamos el viaje, la idea comenzó a entusiasmarnos. Cada día nos sentíamos más atraídos por el reto de balancear nuestros intereses de viajar como familia con la estadía en un hotel (eso sí, como centro de operaciones, y no como destino único y final).
Para un viaje en familia -de dos en este caso-, si se quiere tener una verdadera independencia lo mejor es alquilar un auto. Días antes, en Medellín, reservamos por internet una van con espacio suficiente para dos parejas, dos niños y David, nuestro camarógrafo. Cuando llegamos al aeropuerto de Cancún la recogimos y hechos los trámites nos dirigimos al hotel. Por casi 10 días pagamos 750 dólares, un muy buen precio en relación con la independencia que tuvimos y a los precios de los tours y los taxis en la ciudad.
Viajar con dos niños menores de 5 años implica además planificar con mayor rigurosidad el itinerario en cada destino. Por su edad, como les mencionaba antes, parques como el Xel Ha o Xplore quedaban descartados. Debíamos pensar en actividades que todos -niños y papás- pudiéramos realizar, teniendo en cuenta los gustos de cada uno. En este punto descubrimos que un hotel sí puede jugar un papel muy importante, no solo como lugar de descanso y alimentación, sino como una transición igual de entretenida entre las actividades.
Confort en el paraíso

El Presidente InterContinental Cancún Resort se encuentra en la zona hotelera de Cancún y tiene la ventaja de tener doble vista al mar: de frente y atrás. Las habitaciones se ajustaron a la perfección a nuestras necesidades. Cada una tenía dos camas king, donde Maria del Mar durmió como una verdadera reina y hubo espacio de sobra para poner nuestras cosas.
Además de la comodidad de sus habitaciones, disfrutamos de sus playas, de las que se dice que son las mejores de la ciudad. Sus aguas color esmeralda solo las vimos superadas al llegar días después a la isla de Cozumel, donde el mar es reposado y el servicio de tutumas y sombrillas asegura un lugar privilegiado para disfrutar la playa.
Las piscinas también se volvieron uno de los mejores lugares para descansar al final de la jornada. Cuando caía el sol y la playa se ponía muy ventosa, Maria del Mar nos animaba a pasar la tarde allí y en los cuatro jacuzzis de alrededor.
Actividades para todos los gustos
En Cancún dividimos nuestras vacaciones entre ir a la playa, donde Arturo y Marce pudieron bucear -una de sus actividades favoritas-, visitar lugares históricos y deleitarnos con la gastronomía local. Ya que en el video que les acabamos de presentar no es posible ver todo lo que hicimos -grabamos casi cinco horas y el video solo dura 12 minutos- aquí les hago una lista de nuestras actividades:

A una hora y media de la zona hotelera esta Akumal Bay donde se hace snorkeling con tortugas. Se paga alrededor de US$15 por persona que incluye equipo básico y la compañía de un guía local. Es obligatorio ir con un guia para la protección de las tortugas.
Aquaworld es la empresa mas grande y confiable en la zona para bucear. Arturo y Marce bucearon en el fantastico museo sumergido Musa y en un coral entre Cancún e Isla Mujeres. Costo Aproximado: USD 65
Comidas/Restaurantes

En Cancún -como buen destino turistico- abundan los sitios para comer, con varios presupuestos, calidades y estilos. Nosotros decidimos alejarnos de las cadenas de restaurates y franquicias en favor de restaurantes más clásicos que fusionasen efectivamente la riqueza de esa parte del mar con la cocina tradicional mexicana.
La Habichuela Sunset: Nos lo recomendaron mucho en redes sociales, es uno de los restaurantes con más tradición en Cancún. Muy cerca a la zona hotelera, este restaurante ofrece comida típica gourmet en una terraza hermosa rodeada de fuentes de agua.
Cocos and Grill: Ubicado en la Marina Chac Chi donde se comen mariscos deliciosos con una vista hermosa de la bahía, es recomendable ir a ver el atardecer. Sorprendente el tartar de atún.
Lugares históricos: Tulum

Esta es una zona arqueológica ubicada en la Riviera Maya, al sur de México. Su belleza se halla en la mezcla de sus contrastes: una fortaleza construida por los mayas asentada al borde de un acantilado con vista a las aguas turquesa del Caribe. Dependiendo del trafico, puede estar entre una o dos horas de la zona hotelera e Cancun.
Entre los siglos XIII y XIV Tulum fue una de las principales ciudades de los mayas, por su ubicación estratégica para el comercio. Hoy solo quedan las ruinas de este lugar sobre el que se levantaban diversos templos menores y viviendas. Se calcula que las construcciones que siguen en pie pertenecen al último periodo de ocupación prehispánica, entre los años 1200 y 1550.
Despues de recorrer los restos arqueologicos se puede disfrutar de una pequena pero increiblemente azul y lacida playa.
Fueron días maravillosos y placenteros en Cancún, tal y como lo planeamos. Aunque grabar un programa implica mucha exigencia y estrés por estar siempre contra el tiempo, el concepto de que estas serían básicamente unas vacaciones familiares filmadas se antepuso a lo demás.
Pronto les presentaré la segunda parte del viaje: nuestra visita a la isla de Cozumel. Maria del Mar no podía creer que al cruzar en ferry de Cancún a la isla también lleváramos con nosotros un auto “en la panza del barco”. Pero esa experiencia en el paraíso del frente se las contaré luego, en un nuevo post.
JL