Viajar es una forma increíble de expandir la mente, cambiar la percepción del mundo y conocer personas de diferentes lugares. Aún así, hay distintas preguntas por resolver antes de vivir la magia de viajar: ¿hostel u hotel? ¿avión o bus? Y, para mi, la gran pregunta: ¿solo o en grupo?
La forma en que decidas viajar puede tener un gran impacto en el disfrute de tu viaje y los recuerdos que te queden de él. Me considero afortunado de viajar constantemente a mi (relativa) corta edad y de hacerlo tanto de forma independiente, como en grupo. Debo decir que para mi, viajar solo siempre gana…
Esta es una declaración que normalmente hace confundir a las personas, o por la cual se me acusa de ser un antisocial. Y aunque esto está lejos de la realidad, lo cierto es que una de las razones por las que defiendo viajar de forma independiente es que me ha dado la libertad de interactuar con las personas que elija, sin deber tener en cuenta los gustos y las necesidades de los otros antes que las mías.
Es una sensación liberadora llegar a un hostel por tu cuenta, la necesidad de salir de tu caparazón e interactuar de inmediato con personas que no conocías antes, para tener alguien con quien beber al final de la noche. Las personas tímidas podrían decir que esto es casi imposible para ellos. Yo mismo solía ser bastante tímido cuando estaba rodeado de personas que no conocía, pero viajar solo me ha hecho terminar con eso.
Otra ventaja es que viajar por tu cuenta da la libertad de hacer elecciones. En este punto, debo aclarar que cuando digo “viajar de forma independiente”, me refiero a que nadie te acompaña durante el viaje, y que no tienes la intención previa de viajar con alguien conocido. Me ha ocurrido con frecuencia que conozco personas increíbles en el camino y hasta he terminado compartiendo parte de mi viaje con ellos. La gran diferencia, que a su vez es una de las ventajas de este sistema, es que tienes la oportunidad de viajar con una persona nueva e interesante, pero en el momento en que sus intereses o intenciones difieren de las tuyas, te puedes ir y retomar tu camino libre de culpa y sin una partida amarga. No estás abandonado a nadie, se han divertido juntos y ahora es tiempo de seguir tu propio recorrido.
Otra de las ventajas que tiene este nivel de libertad es que ya no estás limitado a las preocupaciones de un compañero de viaje: si ellos no están interesados en visitar el parque nacional que tú estás desesperado por conocer, ya no tienes que elegir entre dejarlos solos o llevarlos a la fuerza a un lugar al cual no quieren ir. No sólo eso, sino que tu estatus de viajero independiente te hace alguien más accesible en un hostel (eso es un hostel, no un lugar hostil, aunque en ocasiones puede ser intercambiable). Todos hemos visto el grupo que llega al hostel y que parece inaccesible e impenetrable, se sientan en círculo cerrado y se ríen de un chiste interno…ya saben a los que me refiero. Lo cierto es que cuando estas con amigos, la tentación y necesidad de buscar nuevas personas se puede subestimar: ¿Por que me molestaría en perder tiempo intentando conocer mucha gente cuando ya estoy con mis amigos?
Así que a menos de que seas el chico extraño en la esquina que habla consigo mismo, generalmente al viajar solo serás más accesible y menos intimidante ante tus compañeros viajeros. Simplemente tiene sentido: si alguien es un poco tímido, es más probable que se acerquen a una persona por sí mismos que a un grupo grande. Viajar solo te obliga a interactuar con extraños y volverte más seguro en un tiempo corto. Durante mi tiempo viviendo y viajando por Colombia, he viajado por mi cuenta y lo he disfrutado más por el solo hecho que da la libertad de estar solo: Aracataca, Mompox, Chocó, Santander, Cali, Capurgana…y la lista continua!
La otra ventaja clave que tiene viajar solo para mi es la habilidad que se adquiere para apreciar los momentos y los lugares por lo que son, en vez de las personas con quienes estás cuando los admiras. Creo que nuestra sociedad se deja influenciar mucho por la mentalidad del grupo y no lo suficiente por la alegría de estar solo. No quiero decir que quiera estar solo de por vida, o por períodos considerables de tiempo, pero sí que aprecio el tipo de soledad placentera y tranquila que se puede tener de vez en cuando. La soledad no tiene que ser sinónimo de aislarse, esto se da proporcionalmente a la actitud con la que se aborde. No hay nada como pasear por un camino lleno de árboles, o nadar en el mar sin tener una multitud alrededor, sabiendo que ese momento te pertenece solo a ti, es un sentimiento muy especial. Así como amo interactuar con personas, algunos de los momentos más especiales que he tenido en mi vida viajando han ocurrido cuando he estado completamente solo en un lugar mágico. Las personas siempre dicen que los momentos son mejores cuando se comparten. Algunas veces esto es cierto, pero a veces la única persona con quien necesitas compartirlo es contigo mismo.
Además no olviden…que siempre hay una silla disponible para quien viaja solo.
Escrito por: Chris
Traducido por: Carolina
